Heridas y cortes

¿Cómo eliminar o difuminar las cicatrices de cortes en la cara?

Las cicatrices faciales pueden suponer un doble desafío: por un lado, el dolor físico de la herida inicial, y por otro, el impacto emocional y estético que pueden dejar con el tiempo.

Diversas investigaciones han demostrado que, debido a la dificultad para disimularlas o incluso a la imposibilidad de ocultarlas, las cicatrices en el rostro pueden tener un gran impacto en la autoestima y en la calidad de vida de quien las padece[1].

En este artículo veremos por qué las cicatrices en la cara pueden ser especialmente complejas de tratar, y repasaremos las estrategias más eficaces para reducir su apariencia, así como los factores de riesgo que conviene evitar, los tratamientos disponibles y algunas recomendaciones para optimizar el cuidado de las heridas.


¿Por qué son más complejas las cicatrices faciales por cortes?

Aparte del hecho de que las cicatrices en la cara son extremadamente visibles, lo que nos hace sentir más cohibidos y puede afectar a nuestra autoestima, también hay otras razones que hacen que estas heridas específicas sean más complejas. La piel del rostro es especialmente delicada y fina, ya que sólo tiene entre 7 y 10 capas celulares, en comparación con otras partes del cuerpo más resistentes, como los antebrazos, que pueden tener hasta 20 capas celulares[2].

Además, la cara está constantemente expuesta a los elementos: contaminación atmosférica, cambios climáticos, viento, calor, frío, radiación solar y humedad[3]. Esta combinación de factores, junto con la mayor sensibilidad e irritabilidad cutánea del rostro, hace que incluso los cortes superficiales puedan penetrar en capas profundas de la dermis, aumentando el riesgo de dejar marcas visibles.

Una fase crucial del proceso de curación es la inflamación. Sin embargo, cuando esta respuesta se interrumpe o prolonga, puede derivar en una inflamación crónica, lo que incrementa el riesgo de cicatrices más pronunciadas o incluso de cicatrices elevadas anormales, como las hipertróficas o los queloides[4].

El rostro es especialmente propenso a este tipo de irritación e inflamación debido al constante movimiento de la piel al hablar, comer o gesticular, lo que retrasa el proceso de cicatrización[5] . Por eso, estas heridas requieren un cuidado óptimo desde el primer momento, para minimizar riesgos y favorecer una recuperación uniforme.

¿Sabías que…?

Otra razón que puede provocar retrasos innecesarios en la cicatrización, inflamación e irritación, que complican aún más la cicatrización de las cicatrices faciales, es la sorprendente realidad de que nos tocamos la cara inconscientemente unas 800 veces al día[6].

Cuidados inmediatos de las cicatrices faciales por cortes

Cuando se trata de laceraciones o heridas leves en el rostro, las primeras horas tras la lesión son decisivas. Las acciones que tomemos en ese momento pueden marcar la diferencia entre una curación completa o la aparición de una cicatriz visible a largo plazo.

Aplicar primeros auxilios de forma rápida y adecuada, y continuar con un cuidado constante y atento de la herida, puede ser clave para que la cicatriz pase prácticamente desapercibida, incluso bajo una observación minuciosa, en lugar de convertirse en una marca permanente.


Cómo actuar en los primeros momentos tras un corte para minimizar la cicatriz

Desde el primer instante en que se produce un corte facial, lo más importante es mantener la calma y seguir un protocolo rápido y cuidadoso para activar el proceso de cicatrización y reducir al mínimo la posible marca o cicatriz. En cualquier caso, estas indicaciones están pensadas para cortes leves; si la herida es profunda, sangra en exceso o presenta bordes abiertos, es fundamental acudir a un profesional sanitario cuanto antes.

Los pasos recomendados son los siguientes:

  • Lávate bien las manos antes de tocar la herida, para evitar añadir bacterias o contaminantes a la zona lesionada.

  • Limpia la herida con suavidad y lo antes posible, utilizando agua corriente fría y un jabón neutro o solución salina. Elimina cualquier resto o suciedad sin frotar con fuerza ni irritar el tejido.

  • Detén la hemorragia aplicando una presión suave pero firme con una gasa o paño limpio durante unos minutos, hasta que deje de sangrar. Asegúrate de que la herida quede seca.

  • Desinfecta la zona de la herida con Linitul Antiséptico*, que contiene digluconato de clorhexidina al 1%. Este principio activo actúa en sólo 15 segundos, proporcionando protección antiséptica durante varias horas, no irrita ni pica, ni mancha la piel ni nuestra ropa, y es seguro incluso para las personas con piel sensible.
  • Tras varias horas del primer tratamiento antiséptico, aplicar los medicamentos cicatrizantes de Linitul*, ya sea en pomada o en apósitos impregnados. Ambos medicamentos combinan la acción antiséptica del bálsamo de Perú, que estimula la microcirculación cutánea, con la acción emoliente y cicatrizante del aceite de ricino.

  • Cubre la herida con un vendaje limpio y protector, para evitar roces accidentales o el contacto con agentes externos, reduciendo así el riesgo de infección.

  • Repite el proceso cada 12–24 horas, manteniendo la herida limpia, desinfectada y protegida hasta que haya cerrado completamente. Observa su evolución en cada cambio de apósito y vigila posibles signos de infección, como enrojecimiento, dolor o hinchazón.

Seguir esta rutina metódica no solo disminuye el riesgo de infección, sino que además crea el entorno ideal para la regeneración de la piel, reduciendo considerablemente la posibilidad de desarrollar una cicatriz visible a largo plazo.

¿Sabías que…?

Las heridas que se mantienen en un entorno húmedo, en lugar de dejarlas secas y expuestas al aire, cicatrizan hasta un 40% más rápido y con menor riesgo de dejar cicatrices visibles[7].


¿Qué precauciones especiales deben tomarse con la exposición al sol en las cicatrices faciales?

La luz solar, aunque esencial para muchos procesos del organismo, puede ser el enemigo número uno de la piel dañada que está en pleno proceso de cicatrización.

La radiación ultravioleta (rayos UV) favorece la hiperpigmentación y puede hacer que la cicatriz se oscurezca, volviéndose más visible con el tiempo[8]. Por eso, una protección solar adecuada y constante es una parte fundamental del cuidado de heridas faciales, especialmente si queremos evitar marcas persistentes o cicatrices notorias a largo plazo.

Las pautas recomendadas incluyen:

  • Usar un protector solar con un factor de protección alto (SPF 50+ o superior) siempre que se esté al aire libre, incluso en días nublados, ya que los rayos UV siguen siendo dañinos aunque el sol no sea visible[9].

  • Reaplicar el protector cada 2 o 3 horas cuando se esté al exterior, y hacerlo con más frecuencia tras sudar, nadar o lavarse la cara.

  • Añadir barreras físicas como gafas de sol grandes o sombreros de ala ancha para reforzar la protección y reducir la exposición directa.

  • Evitar las horas más intensas de luz solar (entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde)[10], especialmente durante los seis primeros meses tras la lesión facial, ya que es el periodo más crítico del proceso de cicatrización. En esta fase, la exposición a los rayos UV puede determinar la visibilidad final de la cicatriz.

¿Sabías que...?

    Todas las heridas necesitan protección solar constante. Ya sean en la cara o en el cuerpo, deben mantenerse a salvo de los rayos UV, ya que la exposición al sol puede alterar el pigmento y dañar el tejido en regeneración.


Qué resultados esperar y cuándo buscar ayuda profesional

Por lo general, las cicatrices faciales provocadas por cortes leves, si se tratan con un cuidado continuo y adecuado, comienzan a mostrar mejoría en unas 3 o 4 semanas, momento en el que las fases de inflamación y proliferación ya deberían haberse completado[11]. Aun así, las cicatrices faciales pueden seguir madurando hasta dos años, dependiendo de la profundidad y gravedad de la herida, de nuestro tipo de piel y de la calidad de los cuidados realizados.

Debido a la alta vascularización del rostro, es normal observar cierto enrojecimiento (eritema facial)[12], firmeza o cambios de color durante el proceso. Estas variaciones suelen ser temporales, por lo que es importante no alarmarse, mantener una rutina de cuidado constante y tener paciencia, ya que la piel necesita tiempo para estabilizarse.

Si la cicatriz no mejora tras dos semanas de cuidados básicos en casa, o si existen dudas sobre su evolución, se recomienda consultar a un profesional sanitario para recibir orientación y descartar complicaciones.

En caso de que la herida empeore o aparezcan signos comunes de infección, como enrojecimiento intenso, hinchazón, dolor persistente o secreción con mal olor, es fundamental buscar atención médica de urgencia.

Preguntas frecuentes sobre las cicatrices faciales por cortes

¿Las cicatrices faciales por cortes desaparecen por completo?

Las cicatrices faciales pueden mejorar notablemente con el tiempo si se mantiene un cuidado continuo y adecuado de la herida, pero no siempre desaparecen por completo. En algunos casos, puede quedar una marca leve o una diferencia de textura en la piel.


¿Cuándo debo preocuparme por una cicatriz en la cara?

Si no se observa mejoría después de dos semanas, o aparecen signos de alarma como enrojecimiento excesivo, dolor o picor intensos, supuración, o la cicatriz comienza a crecer y sobresalir, lo más recomendable es acudir cuanto antes a un profesional sanitario para recibir una valoración adecuada.

¿Cómo puedo proteger una cicatriz facial del sol sin alterar mi rutina diaria?

Se aconseja aplicar un protector solar de alta protección (SPF 50+) siempre que se esté al aire libre y reaplicarlo con frecuencia. Además, es recomendable cubrir la zona con sombreros, gorras o gafas de sol para evitar la exposición directa a los rayos UV, especialmente durante los primeros meses tras la lesión.




[1]Hsieh, J., Maisel-Campbell, A. L., Joshi, C. J., et al. (2021). Daily Quality-of-life Impact of Scars: an interview-based foundational study of patient-reported themes. Plastic & Reconstructive Surgery Global Open, 9(4), e3522. https://doi.org/10.1097/gox.0000000000003522

[2]Voegeli, R., Gierschendorf, J., Summers, B., et al. (2019). Facial skin mapping: from single point bio‐instrumental evaluation to continuous visualization of skin hydration, barrier function, skin surface pH, and sebum in different ethnic skin types. International Journal of Cosmetic Science, 41(5), 411–424. https://doi.org/10.1111/ics.12562

[3]Proksch, E. (2008). Protection against dryness of facial skin: A rational approach. Skin Pharmacology and Physiology, 22(1), 3–7. https://doi.org/10.1159/000159771

[4]Ogawa, R. (2017). Keloid and hypertrophic scars are the result of chronic inflammation in the reticular dermis. International Journal of Molecular Sciences, 18(3), 606. https://doi.org/10.3390/ijms18030606

[5]Cao, G., Ye, M., Wang, H., et al. (2024). The role of biomechanical forces in the formation and treatment of pathological scars. Clinical Cosmetic and Investigational Dermatology, Volume 17, 2565–2571. https://doi.org/10.2147/ccid.s496253

[6]Spille, J. L., Grunwald, M., Martin, S., et al. (2021). Stop touching your face! A systematic review of triggers, characteristics, regulatory functions and neuro-physiology of facial self touch. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 128, 102–116. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2021.05.030

[7]Nuutila, K., & Eriksson, E. (2020). Moist Wound Healing with Commonly Available Dressings. Advances in Wound Care, 10(12), 685–698. https://doi.org/10.1089/wound.2020.1232

[8]D’Orazio, J., Jarrett, S., Amaro-Ortiz, A., et al. (2013). UV radiation and the skin. International Journal of Molecular Sciences, 14(6), 12222–12248. https://doi.org/10.3390/ijms140612222

[9]High SPF sunscreen provides significantly better sunburn protection and reduces cumulative skin damage during a multiday beach clinical study: SPF 100+ is more effective than SPF 50+. (2017). Journal of the American Academy of Dermatology, 76(6), AB154. https://doi.org/10.1016/j.jaad.2017.04.600 (Recuperado en Oct. 25)

[10]Ultraviolet (UV) radiation and sun exposure | US EPA. (2025). US EPA. https://www.epa.gov/radtown/ultraviolet-uv-radiation-and-sun-exposure (Recuperado en Oct. 25)

[11]Almadani, Y. H., Vorstenbosch, J., Davison, P. G., et al. (2021). Wound Healing: A Comprehensive review. Seminars in Plastic Surgery, 35(03), 141–144. https://doi.org/10.1055/s-0041-1731791

[12]Kim, T., Lee, Y. E., Han, Y., et al. (2023). Analysis of facial vascular pattern characteristics in the Korean population. Skin Research and Technology, 29(6). https://doi.org/10.1111/srt.13344

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