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Alimentos que ayudan a cicatrizar las heridas de la piel

Mayo 21, 2025

  Una alimentación rica y equilibrada es como darle al cuerpo el kit de herramientas perfecto para reparar lo que se ha roto. En este artículo te contamos qué alimentos pueden ayudarte a sanar más rápido las heridas, desde un corte con papel hasta una quemadura por aceite y con mejor resultado. Recuerda que además puedes utilizar medicamentos como los de Linitul* para facilitar el proceso de cicatrización.

Importancia de la nutrición en la cicatrización de heridas

La cicatrización es un proceso complejo que requiere energía y nutrientes específicos. Una nutrición adecuada no solo ayuda, sino que es fundamental para que las heridas cicatricen correctamente, ya que aporta los elementos necesarios para formar nuevos tejidos[1].

Cuando el cuerpo sufre una herida, entra en modo "reparación" y el metabolismo se ajusta para enviar recursos a la zona lesionada. El proceso de coagulación y cicatrización comienza inmediatamente. Es como una obra de construcción interna, y si faltan materiales (como vitaminas, minerales o proteínas), la obra se retrasa... o queda a medio hacer[2].

Por eso, lo que comes puede ser tu mejor aliado (o tu peor saboteador) en el camino hacia una piel sana y bien regenerada. Te contamos más en detalle.

Cómo afecta la dieta al proceso de cicatrización

La alimentación desempeña un papel fundamental en cada etapa del proceso de cicatrización. No se trata únicamente de aplicar productos adecuados sobre la herida, sino también de proporcionar al organismo los nutrientes necesarios desde dentro. Una dieta equilibrada puede acelerar la regeneración de la piel, mientras que una alimentación deficiente puede ralentizarla o incluso complicarla.

Durante la curación, el cuerpo incrementa sus necesidades de energía, proteínas y micronutrientes esenciales como las vitaminas A, C y E, así como minerales como el zinc y el hierro[1]. Cuando estos nutrientes están disponibles en cantidades adecuadas, el organismo responde mejor: el riesgo de infección disminuye, el nuevo tejido se forma con mayor firmeza y la cicatrización avanza de manera más eficaz. Por el contrario, una carencia nutricional puede alargar el tiempo de recuperación y comprometer la calidad de la reparación cutánea[2].

Por ello, mantener una alimentación rica y variada no solo es una medida de prevención, sino una estrategia activa para favorecer la curación de las heridas y fortalecer la salud de la piel.

Nutrientes clave para la reparación de tejidos

Cuando se trata de regenerar la piel, no basta con comer “un poco de todo”. La cicatrización es un proceso activo y exigente que requiere nutrientes específicos en cantidades adecuadas para que el cuerpo pueda reparar correctamente los tejidos dañados.

  • Proteínas: son los materiales de construcción del organismo. Participan en la formación de colágeno y tejido nuevo, por lo que sin una buena ingesta proteica, la reparación se vuelve mucho más lenta[1].

  • Carbohidratos: lejos de ser enemigos, aportan la energía necesaria para que el cuerpo pueda concentrarse en sanar. Una dieta baja en carbohidratos puede ralentizar el proceso de curación[2].

  • Grasas saludables: presentes en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate o los frutos secos. Ayudan a mantener la integridad de las membranas celulares y contribuyen a la elasticidad de la piel[3].

  • Vitaminas A, C, E y complejo B: cada una cumple un papel distinto en la cicatrización. La vitamina C, por ejemplo, es clave para formar colágeno, mientras que la E protege contra el daño oxidativo[4],[5].

  • Zinc y hierro: el zinc favorece la regeneración celular y la respuesta inmunitaria, mientras que el hierro transporta oxígeno a los tejidos para que puedan repararse adecuadamente[6].

  • Agua: una hidratación adecuada es imprescindible para que todos estos procesos de cicatrización se desarrollen de forma fluida y eficaz.

Incluir estos nutrientes en tu alimentación diaria, especialmente si estás en proceso de cicatrización, puede marcar una gran diferencia en la calidad y velocidad de la recuperación.

Proteínas: el pilar de la cicatrización

Las proteínas son las grandes protagonistas cuando se trata de reparar tejidos. Son las encargadas de proporcionar los bloques de construcción que el cuerpo necesita para cerrar heridas y regenerar la piel[1].

Durante la cicatrización, el cuerpo descompone estas proteínas en aminoácidos esenciales, que luego usa para producir colágeno: el pegamento natural que mantiene todo unido y forma fibras nuevas en las fases de proliferación y remodelación[2].

Nuestro consejo es que incluyas por lo menos una porción de alimentos ricos en proteínas al día para darle a tu cuerpo lo que necesita para cicatrizar bien las heridas. Piensa en huevos, pescado, legumbres, pollo, tofu o yogur griego. Una ingesta baja en proteínas no solo retrasa la curación, sino que puede impedir la correcta formación de colágeno y debilitar el tejido nuevo[3]. ¡Y nadie quiere una herida que no termina de cerrar!

Fuentes de proteína animal para la cicatrización

Las proteínas animales son proteínas completas, es decir, contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para regenerar tejidos. Por eso, son una gran opción para apoyar la curación de heridas[4].

Estos son algunos aliados:

  • Carnes magras como pollo, pavo o ternera.
  • Pescados y mariscos, especialmente los pescados grasos como el salmón o las sardinas.
  • Huevos, que ofrecen proteínas de excelente calidad y son muy fáciles de asimilar.
  • Lácteos suaves como el yogur natural, la leche, el queso fresco o el requesón[5].

¿Sabías que los pescados grasos son ricos en omega-3, una grasa saludable que ayuda a reducir la inflamación y acelera la recuperación[6]?

Opciones de proteína vegetal para sanar heridas

Si sigues una dieta vegetariana o vegana, no te preocupes: también puedes darle a tu piel lo que necesita para regenerarse. Solo hay que combinar bien los alimentos a lo largo del día.

Fuentes vegetales recomendadas:

  • Legumbres como lentejas, garbanzos y frijoles.
  • Tofu, tempeh y derivados de soja.
  • Frutos secos y sus mantequillas: almendras, nueces, crema de cacahuete.
  • Semillas como las de calabaza o girasol.
  • Quinoa y otros cereales integrales, ricos en aminoácidos esenciales[7].

Para que una dieta vegetal sea eficaz en el proceso de cicatrización, es fundamental combinar distintos tipos de alimentos a lo largo del día. A diferencia de las proteínas animales, muchas proteínas vegetales no contienen todos los aminoácidos esenciales en una sola fuente. Sin embargo, al mezclar legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, puedes obtener un perfil proteico completo que favorezca la regeneración de tejidos y la producción de colágeno[8].

Este enfoque no requiere que combines todo en una misma comida: lo importante es la variedad a lo largo del día. Así, tu cuerpo tendrá todo lo que necesita para sanar de forma eficiente y equilibrada.

Vitaminas esenciales para la curación de la piel

Las vitaminas son fundamentales en todas las fases del proceso de cicatrización. Participan en la formación de colágeno, la regeneración de tejidos y la protección antioxidante frente a factores que pueden dificultar la curación, como el estrés oxidativo o las infecciones[9].

Vitamina C: potenciador del colágeno

La vitamina C es esencial para sintetizar colágeno, la proteína estructural que mantiene la piel firme y ayuda a cerrar correctamente las heridas[10] También favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos y refuerza las defensas inmunológicas, reduciendo el riesgo de infecciones durante la cicatrización.

Una deficiencia de vitamina C puede ralentizar la curación y aumentar la probabilidad de complicaciones[11].

Fuentes ricas en vitamina C:

  • Cítricos como naranja, pomelo y limón.
  • Fresas y kiwis.
  • Pimientos rojos, con más vitamina C que la naranja.
  • Brócoli, coliflor y coles de Bruselas.
  • Tomates y espinacas[12].

Vitamina A: regenerador celular

La vitamina A estimula la proliferación y reparación celular, favoreciendo la regeneración del tejido epitelial dañado. Además, refuerza el sistema inmunitario, lo que resulta crucial para prevenir infecciones durante el proceso de cicatrización.

También interviene en la formación de colágeno y en el control de la respuesta inflamatoria, una fase inicial indispensable para activar los mecanismos de reparación del organismo. Cuando existe una deficiencia de vitamina A, las heridas pueden cerrarse más lentamente y presentar mayor vulnerabilidad a complicaciones infecciosas[13].

Alimentos ricos en vitamina A:

  • Col rizada y otras verduras de hoja verde oscura.
    Zanahorias, batatas y calabaza: vegetales ricos en betacarotenos.
    Frutas como mangos y albaricoques.
  • Lácteos fortificados y hígado (excepto el de pescado)[14].

Vitamina E: protector antioxidante

La vitamina E actúa como un potente antioxidante, protegiendo las membranas celulares del daño causado por la radiación UV, la contaminación y otros factores ambientales. Esta protección es especialmente importante durante la cicatrización, cuando la piel es más vulnerable.

Además, hidrata la piel, ayuda a reducir la inflamación y favorece una curación más uniforme, calmando enrojecimientos y mejorando la textura cutánea[15].

Alimentos ricos en vitamina E:

  • Aceites vegetales como los de germen de trigo, girasol y soja.
  • Frutos secos, especialmente almendras y avellanas.
  • Semillas de girasol.
  • Aguacate.
  • Espinacas y otras hojas verdes oscuras.
  • Mango[16].

Minerales que ayudan con la cicatrización

Los minerales son esenciales para activar y sostener el proceso de cicatrización. Actúan como cofactores de enzimas, forman parte de antioxidantes naturales y contribuyen al correcto funcionamiento de cada fase de la curación[17].

Zinc

El zinc es un mineral clave en la regeneración de la piel. Participa en la formación de proteínas, colágeno y células cutáneas, fortalece el sistema inmunitario y modula la respuesta inflamatoria.

Una deficiencia de zinc puede ralentizar la cicatrización, debilitar los bordes de la herida y aumentar el riesgo de infección. En personas con déficit, la suplementación puede mejorar notablemente el proceso de curación[18].

Alimentos ricos en zinc:

  • Carnes rojas y aves.
  • Mariscos, especialmente ostras.
  • Legumbres y cereales integrales (aunque los fitatos pueden reducir su absorción).
  • Frutos secos y semillas.
  • Productos lácteos[19].

Hierro

El hierro es esencial para transportar oxígeno a los tejidos, incluida la zona lesionada. Este aporte es clave para que las células se regeneren correctamente y la piel cicatrice en los tiempos adecuados[20].

Cuando hay déficit de hierro, la cicatrización puede volverse más lenta, menos eficaz y con mayor riesgo de complicaciones.

Además, el hierro participa en la síntesis de colágeno y contribuye a la fuerza y estabilidad del tejido nuevo que se forma tras una lesión.

Alimentos ricos en hierro:

  • Carnes rojas, especialmente hígado.
  • Pescado y mariscos.
  • Espinacas, col rizada y otras hojas verdes oscuras.
  • Legumbres, frutos secos y semillas.
  • Cereales fortificados.
  • Frutas desecadas como albaricoques[21].

Consejo práctico: si consumes hierro de origen vegetal, acompáñalo con alimentos ricos en vitamina C (como cítricos, pimientos o fresas). Esta combinación mejora notablemente su absorción y favorece una cicatrización más eficaz31.

Hidratación y cicatrización

La hidratación es uno de los pilares invisibles del proceso de cicatrización. El cuerpo necesita agua para llevar a cabo todas las reacciones metabólicas que permiten regenerar tejidos dañados y mantener la piel en equilibrio.

Cuando la piel está bien hidratada, las heridas se cierran con más facilidad, la inflamación se reduce y el proceso de recuperación es más rápido y efectivo[22].

Bebidas que ayudan con la cicatrización

Durante la curación, se recomienda beber al menos 1,5 litros de líquido al día, salvo indicación médica contraria. No todo tiene que ser agua, pero todo debe aportar hidratación de calidad[23].

Opciones recomendadas:

  • Agua: la forma más directa y eficaz de hidratarse.
  • Zumo de naranja natural: aporta vitamina C, fundamental para la formación de colágeno[24].
  • Infusiones sin azúcar: como manzanilla, menta o rooibos.
  • Leche y bebidas vegetales fortificadas: ofrecen proteínas y micronutrientes clave para la regeneración.
  • Sopas caseras: combinan líquidos con vitaminas, minerales y calor reconfortante[25].
  • Té verde: rico en catequinas, antioxidantes que mejoran la hidratación, elasticidad y textura de la piel.

Dieta balanceada para una cicatrización óptima

Una alimentación variada y rica en nutrientes es fundamental para que el cuerpo repare eficazmente los tejidos dañados. Como hemos visto, cada grupo de alimentos aporta vitaminas, minerales, proteínas o grasas esenciales que activan y sostienen el proceso de cicatrización.

Cuanto más completa sea la dieta, mejor responderá la piel ante una herida.

Ejemplo de menú diario para sanar heridas

Desayuno:
- Yogur natural con frutos rojos (vitamina C) y nueces (zinc + vitamina E)
- Tostada de pan integral con aguacate (grasas saludables) y huevo (proteína completa)
- Zumo de naranja natural (vitamina C)

Media mañana:
- Un puñado de almendras (zinc, vitamina E, proteínas)
- Manzana (fibra y antioxidantes)

Comida:
- Ensalada de espinacas (hierro, vitaminas A y C) con pimientos rojos (vitamina C)
- Salmón a la plancha (proteínas + omega-3)
- Batata asada (vitamina A)
- Agua o infusión

Merienda:
- Yogur griego con miel (proteínas)
- Semillas de girasol (zinc y vitamina E)

Cena:
- Sopa de verduras (hidratación + vitaminas)
- Pechuga de pollo a la plancha (proteínas)
- Brócoli al vapor (vitamina C)
- Arroz integral (carbohidratos complejos)
- Agua o infusión

Una buena alimentación es el punto de partida para sanar bien. Pero si además combinas esa nutrición con el tratamiento adecuado sobre la piel, estás potenciando el proceso desde dos frentes.

Linitul* es un aliado eficaz: tanto sus apósitos impregnados cicatrizantes como su pomada cicatrizante combinan principios activos con acción directa sobre la piel lesionada:

  • Bálsamo de Perú: con acción antiséptica. Además favorece la microcirculación sanguínea cutánea.
  • Aceite de ricino: con acción cicatrizante y acción emoliente.

Gracias a su efecto emoliente, los apósitos se retiran sin dolor, sin dañar la piel ni reabrir la herida. Así, mientras tu dieta repara desde dentro, Linitul* cuida desde fuera. Una combinación perfecta para una recuperación eficaz y completa.

*Linitul es un medicamento de venta libre en farmacias.

Preguntas frecuentes sobre alimentación y cicatrización

¿Existen alimentos que retrasen la cicatrización?

Sí. Un exceso de azúcares, grasas trans, alcohol o cafeína puede aumentar la inflamación, debilitar el sistema inmunitario y dificultar la cicatrización. Lo ideal es reducir su consumo para favorecer una recuperación más rápida y eficaz.

¿Los suplementos pueden reemplazar una dieta para cicatrización?

No. Los suplementos son un apoyo, no un sustituto. Solo se recomiendan si hay una deficiencia confirmada o si la dieta no cubre las necesidades nutricionales. Lo ideal es obtener los nutrientes a través de los alimentos. Consulta siempre con un profesional antes de iniciar cualquier suplementación.

[1] Hew, J., Parungao, R., Tsai, K. H., Shi, H., Ma, D., Nicholls, C., … & Wang, Y. (2020). Geometric framework reveals that a moderate protein, high carbohydrate intake is optimal for severe burn injury in mice. British Journal of Nutrition, 123(9), 1056-1067. https://doi.org/10.1017/s0007114520000276

[2] Kumar, B., Kaur, S., & Gupta, A. (2021). Role of proteins in wound healing: A review. *Journal of Wound Care*, 30(4), 285-292. https://doi.org/10.12968/jowc.2021.30.4.285

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DOI: 10.1093/nutrit/nuz008.

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