Abrasiones: qué son y cómo tratarlas en casa

Las abrasiones son un tipo de lesión leve que ocurre cuando superficies duras o rugosas rozan con fuerza nuestra piel y la dañan. No afectan solo a los amantes de la adrenalina o los deportes extremos: estos roces y rasguños pueden aparecer en cualquier momento de la vida cotidiana.
Aunque por lo general no son graves, un cuidado adecuado marca la diferencia para lograr una curación óptima y reducir el riesgo de que queden marcas persistentes o permanentes.
En este artículo, veremos qué hace que las abrasiones sean heridas especialmente delicadas, cómo se clasifican, los riesgos y complicaciones que pueden presentar, y te ofreceremos una guía completa para tratarlas de forma segura y eficaz en casa.
¿Qué es una abrasión?
Las abrasiones son heridas generalmente superficiales, causadas por la fricción al entrar en contacto y deslizarse sobre superficies rugosas como el asfalto, la grava, la mampostería o incluso la propia ropa. Hay infinidad de términos para describir estas pequeñas lesiones: “sarpullido”, “rasguños”, “rozaduras”, y cuando son leves, suelen afectar únicamente a la epidermis, la capa más externa de nuestra piel.
Sin embargo, las abrasiones pueden conllevar un riesgo añadido de infección y un nivel de dolor mayor, ya que la piel desgarrada deja al descubierto más terminaciones nerviosas. En casos más graves, como los accidentes de moto, los daños pueden ser más profundos, afectando a la dermis, y requerir tratamiento médico especializado o incluso injertos de piel[1].
Tipos de abrasiones según su gravedad
Naturalmente, no todos los rasguños o abrasiones cutáneas provocan el mismo grado de daño, y para decidir el tratamiento más adecuado, es fundamental contar con una clasificación precisa. Según la profundidad del daño cutáneo, las abrasiones se dividen en tres grados:
- Abrasión de primer grado: solo afecta a la capa superficial de la piel (epidermis). Son abrasiones leves, que en su mayoría pueden tratarse eficazmente en casa. Sus síntomas habituales son enrojecimiento, irritación leve, algo de dolor y apenas sangrado.
- Abrasión de segundo grado: la herida alcanza tanto la epidermis como la dermis (la segunda capa de la piel), y puede presentar un sangrado ligero.
- Abrasión de tercer grado (avulsión): el daño penetra profundamente hasta las capas subcutáneas, por lo que se considera una abrasión grave. Este tipo de lesiones suelen causar un dolor intenso y prolongado, y requieren atención médica inmediata[2].
Causas más frecuentes de abrasiones y cómo evitarlas en la vida cotidiana
Desde un tropezón momentáneo, pasando por lesiones deportivas o laborales, hasta rozaduras por ropa demasiado ajustada, las abrasiones suelen pillarnos por sorpresa. Conocer los factores que las provocan con más frecuencia puede ayudarnos a prevenirlas y evitarnos más de un disgusto.
Situaciones cotidianas que provocan abrasiones
Como ya se ha mencionado, la vida diaria nos brinda innumerables escenarios para que aparezcan estas lesiones inesperadas. Aquí tienes algunos de los escenarios más comunes que pueden dejarnos con dolorosos rasguños antes siquiera de darnos cuenta:
- Chocar contra superficies rugosas del planeta Tierra ( hormigón, grava, asfalto…).
- Lesiones deportivas, especialmente al montar en bicicleta, correr (ya sea al aire libre o en la cinta), andar en monopatín o practicar casi cualquier deporte de contacto.
- Accidentes laborales, domésticos o de viaje: las posibilidades sólo están limitadas por nuestra imaginación… ¡que por desgracia también puede terminar en una abrasión!
- Fricción constante de ropa ajustada o equipo deportivo, que roza repetidamente contra la piel y termina irritándola.
Las zonas más vulnerables del cuerpo
Las zonas donde más suelen aparecer son las rodillas, los codos, las palmas de las manos, la espalda y la cabeza, ya que suelen quedar expuestas durante caídas o actividades físicas[3]. También son frecuentes en la cara interna de los muslos (en ciclistas) y en los tobillos (en corredores) debido al roce y la fricción constantes[4].
De hecho, las abrasiones cutáneas suelen ser muy comunes en niños. ¡Son auténticos imanes para los rasguños![5]
Síntomas de una abrasión y cómo identificarla
Identificar rápidamente una abrasión cutánea y reconocer sus síntomas es fundamental para aplicar el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones.
Características visuales y sensoriales
- Piel erosionada y enrojecida, que puede presentar hinchazón, inflamación o un leve sangrado.
- Sensación de dolor, quemazón o escozor, especialmente al moverse o al rozar la zona.
- Formación de costras, que actúan como un “escudo natural” para proteger la herida mientras cicatriza[6].
Cómo distinguir una abrasión de otras heridas
Las abrasiones implican una pérdida superficial de piel causada por fricción. Un ejemplo típico es la conocida abrasión por asfalto, que forma parte de ese grupo de heridas leves que suelen beneficiarse de tratamientos adicionales, como el uso de una pomada antiséptica de confianza. Esto se debe a que estas lesiones suelen quedar incrustadas con suciedad, cuerpos extraños o restos, afectando a una mayor superficie cutánea y aumentando el riesgo de infección si no se limpian y cuidan bien.
Por otro lado:
- Los cortes y heridas punzantes son más profundos, con bordes definidos.
- Las quemaduras leves pueden variar, pero tienden a tensar y enrojecer la piel sensible sin romperla, a veces descamándose o formando ampollas.
- Los hematomas son el resultado de un golpe contuso, sin pérdida de piel, y se manifiestan con el clásico cambio de color bajo la superficie.
Conocer estas diferencias clave nos permite actuar rápido y aplicar el tratamiento más adecuado según el tipo de herida.
Cómo tratar una abrasión en casa: guía paso a paso para una curación rápida y segura
Cuando se trata de curar una abrasión, no basta con un simple enjuague y listo. Aplicar un protocolo de cuidado casero bien hecho puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida sin marcas o complicaciones, y una herida que se infecta o deja marca. Aquí tienes una guía práctica para saber exactamente qué necesitas y cómo usarlo.
Elementos esenciales del botiquín de primeros auxilios
- Solución salina o un jabón suave con agua tibia, para limpiar la herida sin irritar la piel.
- Un antiséptico seguro y eficaz, como el digluconato de clorhexidina al 1 % presente en Linitul Antiséptico*, que ayuda a proteger frente a infecciones durante varias horas.
- Un medicamento cicatrizante como los de Linitul*, que favorecen la cicatrización.
- Gasas estériles y apósitos limpios, imprescindibles para cubrir la zona y mantenerla libre de contaminantes.
- Pinzas de punta fina, para retirar con cuidado pequeños restos de suciedad o partículas incrustadas.
Si quieres saber más, aquí te contamos todo lo que debe de contener un botiquín de primeros auxilios.
Paso a paso para tratar correctamente una abrasión en casa
- Lávate bien las manos con agua y jabón antes de inspeccionar o tocar la herida.
- Limpia suavemente la abrasión con suero fisiológico o agua tibia jabonosa. Retira con cuidado la suciedad, arenilla o partículas extrañas.
- Seca la zona dando pequeños golpecitos, con mucho cuidado, para no irritar ni dañar más la piel. ¡Nada de frotar!
- Aplica un antiséptico para proteger la herida frente a infecciones. Linitul Antiséptico* de venta en farmacias con Clorhexidina digluconato 1%, proporciona hasta varias horas de acción antiséptica.
- Protege la herida con un apósito.
- Pasadas unas horas, puedes aplicar también un medicamento cicatrizante como los apósitos o la pomada cicatrizante Linitul*, que combinan la acción antiséptica del bálsamo de Perú con la acción emoliente y cicatrizante del aceite de ricino. Si optas tanto por la pomada como por los apósitos impregnados (que igualmente deberás cubrir con un apósito protector) notarás que podrás retirarlo fácilmente, gracias a su textura y diseño suaves, protegiendo el tejido en regeneración.
- Repite el proceso 1 o 2 veces al día y aprovecha para inspeccionar minuciosamente la abrasión en busca de cualquier signo de infección, en cuyo caso debes acudir al médico inmediatamente.
Cómo cuidar la herida en los días siguientes (y asegurar una buena cicatrización)
Vigila de cerca la evolución de la herida: la formación de costras y la disminución del dolor o la sensibilidad son signos positivos de cicatrización. Intenta mantener la herida limpia y protegida, evitando la exposición directa al sol sin protección, ya que esto puede ralentizar la reparación de la piel. Sigue utilizando la combinación de apósitos y pomadas cicatrizantes hasta que la zona se recupere por completo.
Si la herida no ha mejorado en unos días, es importante consultar siempre con un profesional sanitario.
Signos comunes de complicaciones o infección
- Enrojecimiento y dolor que van en aumento alrededor de la herida.
- Calor e inflamación persistentes en la piel afectada.
- Secreción de pus o líquidos, a menudo con mal olor.
- Fiebre, escalofríos o aparición de manchas rojas u oscuras que se extienden desde la herida[7].
Si aparece cualquiera de estos síntomas, busca atención médica inmediata.
Cuándo acudir al médico por una abrasión
Hay situaciones en las que una abrasión deja de ser solo un rasguño y requiere la valoración de un profesional de salud sin demora. Busca atención médica si:
- La herida está cerca de los ojos o es profunda y extensa en la cara.
- La abrasión es grande o penetra varias capas de piel y tejido subcutáneo.
- No puedes retirar con seguridad todos los restos incrustados, o no logras detener el sangrado tras unos minutos de presión.
- Aparecen cualquiera de los signos comunes de infección, como enrojecimiento creciente, calor persistente, secreción con mal olor o fiebre.
Cómo prevenir abrasiones en actividades de riesgo
Porque, seamos honestos, siempre es mejor evitar un rasguño que tener que curarlo después. Con un poco de atención y las medidas adecuadas, podemos ahorrarnos dolor, costras poco estéticas y visitas innecesarias al botiquín.
Equipo de protección para deportes y actividades
Usar rodilleras, coderas, guantes y otras prendas protectoras no solo es para parecer más duros que una roca, sino por la gran diferencia que marcan en nuestra seguridad. Elegir bien el equipo puede prevenir muchas abrasiones dolorosas, y nos hace apreciar la resistencia de nuestra piel cuando vemos cómo esos materiales tan gruesos y reforzados terminan completamente raspados tras una caída.
Entornos y técnicas seguros
Identifica y presta atención a las superficies que suponen un mayor riesgo, o dedícale unos minutos a aprender a caer correctamente (sí, eso existe)[8]. También es importante crear espacios y prácticas seguros, sobre todo para esos niños que creen ser invencibles, pero cuyos codos y rodillas opinan lo contrario.
Preguntas frecuentes sobre las abrasiones
¿Cuánto tarda en curarse una abrasión?
Las abrasiones superficiales suelen curarse en menos de 10 días. Sin embargo, las rozaduras más profundas pueden tardar algo más, dependiendo de la gravedad, la localización de la herida y lo bien que se cuide. En caso de duda, acude al médico.
¿Es mejor dejar que una abrasión se airee o mantenerla cubierta?
Cubierta es mejor. Mantener la herida en un ambiente ligeramente húmedo ayuda a acelerar la cicatrización y reduce el riesgo de infecciones, complicaciones o cicatrices más visibles.
¿Cómo puedo prevenir la formación de cicatrices tras una abrasión?
Limpia la herida de inmediato y a fondo, usa un antiséptico como el de Linitul*, evita la exposición directa al sol mientras cicatriza y utiliza los medicamentos cicatrizantes de Linitul*. Todo eso ayudará a que la piel se recupere con menos marcas.
*Linitul es un medicamento de venta libre disponible en farmacias.
[1]Castana, O., Dagdelenis, J., Rempelos, G., et al. (2009). Traumatic Injuries with Deep Abrasion: “A Burn.” https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3188212/
[2]Jay, K. (2023). Everything you should know about skin abrasions. Healthline. https://www.healthline.com/health/abrasion#grades (Recuperado en Junio 25)
[3]Tomenchok, L. E., Gidley, M. L., Mena, K. D., et al. (2020). Children’s abrasions in recreational beach areas and a review of possible wound infections. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(11), 4060. https://doi.org/10.3390/ijerph17114060
[4]Norris, T. (2019). How to treat and prevent chafing. Healthline. https://www.healthline.com/health/chafing#causes (Recuperado en Junio 25)
[5]Shrestha, R., Krishan, K., Ishaq, H., et al. (2023). Abrasion. StatPearls - NCBI Bookshelf. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK554465/
[6]Abrasión: definición médica | Diccionario CUN. (n.d.). https://www.cun.es. https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/abrasion (Recuperado en Junio 25)
[7]Glencoe Regional Health. (2025). Spot the 8 signs of a wound infection. https://glencoehealth.org/health-and-wellness/spot-the-8-signs-of-a-wound-infection/ (Recuperado en Junio 25)
[8]Arkkukangas, M., Bååthe, K. S., & Tonkonogi, M. (2021). Learning techniques for falling safely -a novel approach including exercise targeting important risk. . . ResearchGate. https://doi.org/10.13140/RG.2.2.14395.54564