Heridas y cortes

¿Cómo mejorar una cicatriz mal curada y recuperar la salud de tu piel?

Las cicatrices son una parte natural del proceso de curación del cuerpo, pero no todas sanan igual. Algunas se vuelven más visibles, elevadas, hundidas o con una textura irregular. Esto puede provocar molestias físicas o inseguridad estética, especialmente si están en zonas expuestas.

Se calcula que entre el 30% y el 90% de las personas desarrollan cicatrices anómalas, como las hipertróficas o los  , que requieren atención especial para mejorar su aspecto y evitar que evolucionen mal[1].

Pero ¿por qué algunas heridas no cicatrizan bien? ¿Qué factores influyen y qué se puede hacer al respecto?

En este artículo te explicamos qué tipos de cicatrices sugieren una cicatrización deficiente, qué influye en cómo sana la piel y sobre todo, qué puedes hacer para mejorar el aspecto de una cicatriz mal curada.

¿Qué es una mala cicatrización? Tipos más comunes

La mala cicatrización ocurre cuando el proceso natural de curación de la piel se ve alterado, dando lugar a cicatrices que pueden ser elevadas, hundidas, descoloridas o excesivamente gruesas. Factores como la genética, el cuidado inadecuado de la herida o ciertas condiciones médicas pueden influir en este resultado[2].

Este tipo de cicatrización se considera “mala” no porque sea peligrosa, sino porque el tejido resultante no se forma de manera armónica con el resto de la piel, lo que puede generar molestias físicas o afectar a la autoestima.

No todas las cicatrices evolucionan igual: algunas se difuminan con el tiempo, mientras que otras permanecen visibles o incluso empeoran. Por eso, conocer los diferentes tipos de cicatrices mal curadas te ayuda a identificar qué está ocurriendo en tu piel y cómo puedes mejorar su aspecto[3].

Cicatrices hipertróficas

Las cicatrices hipertróficas son aquellas que se vuelven gruesas, rojas o elevadas, pero que se mantienen dentro del área original de la herida. Se forman cuando el cuerpo produce demasiado colágeno durante la curación, lo que hace que la piel se eleve más de lo habitual y suelen aparecer en heridas profundas o incisiones quirúrgicas.

Hasta el 70% de las heridas por quemaduras pueden desarrollar características hipertróficas, especialmente si la zona está sometida a fricción o movimiento constante[4]. Aunque suelen formarse en las primeras semanas tras la lesión, pueden seguir engrosándose durante varios meses antes de empezar a mejorar. En muchos casos, con los cuidados adecuados, estas cicatrices tienden a estabilizarse y aplanarse progresivamente, aunque es importante ponerse en contacto con un dermatólogo para resolver cualquier duda.

Queloides

A diferencia de las cicatrices hipertróficas, los queloides se extienden más allá del borde de la herida original. Son más abultados, firmes, y pueden seguir creciendo durante meses o incluso años, sin detenerse por sí solos.

Se deben a una respuesta exagerada del cuerpo al proceso de curación, en la que se produce colágeno de forma descontrolada. Los queloides son más frecuentes en personas con piel oscura y tienen una fuerte base genética3.

¿Sabías que…Los queloides afectan hasta al 16% de las personas de ascendencia africana, asiática o hispana? Esto no significa que sean peligrosos, pero sí que pueden generar incomodidad física y emocional si no se tratan correctamente[5].

Te contamos en este artículo todo lo que tienes que saber sobre queloides.

Cicatrices atróficas

Las cicatrices atróficas aparecen como hundimientos o depresiones en la piel. Se forman cuando, tras una lesión, el cuerpo no produce suficiente colágeno para reconstruir completamente el tejido dañado. Como resultado, la superficie de la piel queda más baja que el resto.

Son muy frecuentes después de:

  • Acné moderado o severo
  • Varicela
  • Heridas profundas o mal cuidadas[6]

Existen subtipos como:

  • Cicatrices en pica hielo («ice-pick»): estrechas y profundas.
  • Cicatrices en furgón («boxcar»): de bordes marcados y más anchas.
  • Cicatrices onduladas («rolling»): crean una textura ondulada.

Las cicatrices en picahielo son las más frecuentes, representando entre el 60 % y el 70 % del total. Le siguen las cicatrices tipo boxcar, que suponen entre un 20 % y un 30 %, y finalmente las cicatrices onduladas, presentes en aproximadamente un 15 % a 25 % de los casos[7].

Aunque estas cicatrices no suelen causar molestias físicas, pueden afectar a la confianza personal, sobre todo cuando se encuentran en zonas visibles como el rostro.

Factores que influyen en una mala cicatrización

La cicatrización es un proceso complejo en el que influyen factores biológicos, médicos y ambientales. Cuando algo interrumpe ese equilibrio, es más probable que la herida no se repare correctamente y se forme una cicatriz más visible o persistente.

Se estima que hasta un 70% de las personas con heridas quirúrgicas pueden desarrollar algún grado de cicatrización anormal. Por eso, cuidar bien cada fase del proceso es fundamental para evitar marcas permanentes7.

Entre los principales factores que pueden afectar la cicatrización se encuentran:

  • Predisposición genética: Algunas personas tienen una mayor tendencia a formar queloides o cicatrices hipertróficas. En estos casos, la prevención y el cuidado temprano marcan la diferencia[8].
  • Condiciones médicas crónicas: Enfermedades como la diabetes, trastornos autoinmunes o problemas circulatorios pueden ralentizar la curación y aumentar el riesgo de cicatrices visibles[9].
  • Factores externos y hábitos inadecuados que retrasan la cicatrización de heridas: La exposición solar sin protección, el tabaquismo, manipular costras, o no mantener la herida limpia e hidratada, dificultan una recuperación armónica. Además, dejar la herida sin cubrir en ambientes contaminados puede romper el equilibrio que la piel necesita para sanar bien.

Entender estos factores te permite actuar a tiempo y proteger tu piel desde el inicio. En la siguiente sección te mostramos los tratamientos más eficaces para mejorar el aspecto de las cicatrices y recuperar una piel saludable, incluyendo soluciones tópicas como Linitul*.

¿Tienes una cicatriz que no te gusta? No estás sola. Las cicatrices son una parte normal del proceso de curación, pero si te preocupa cómo se ve, hay maneras de mejorar su apariencia. El tratamiento más adecuado dependerá del tipo de cicatriz y de tu piel, pero aquí te explicamos algunas de  las opciones más útiles.

Tratamientos que puedes usar en casa

La prevención es clave, por lo que usar medicamentos cicatrizantes como los de Linitul* facilitará este proceso de cicatrización en caso de heridas, quemaduras o abrasiones leves.

Sin embargo, si ya tenemos una cicatriz que no nos gusta, puedes intentar mejorar el aspecto hidratando bien la zona con geles, láminas de silicona o cremas hidratantes especiales, entre otros, según lo que te recomiende tu médico o farmacéutico de confianza, según el tratamiento a aplicar. 

Cómo prevenir una mala cicatrización y favorecer la recuperación de la piel

Prevenir una cicatriz no deseada no depende solo del azar. Todo empieza en el mismo momento en que se produce la herida. Actuar de forma rápida y correcta desde el inicio puede marcar la diferencia entre una cicatrización saludable y una marca persistente.

Desde los primeros cuidados hasta el mantenimiento a largo plazo, cada etapa cuenta. Con una rutina adecuada y productos eficaces, puedes favorecer la regeneración de la piel y reducir el riesgo de cicatrices visibles.

Cuidados inmediatos tras la lesión: el primer paso en la cicatrización

Las primeras horas tras una lesión son decisivas. Estos pasos pueden ayudarte a que la herida cicatrice bien desde el principio:

  1. Limpia la zona con agua y jabón neutro.
  2. Seca con cuidado sin frotar.
  3. Aplica un medicamentocicatrizante como Linitul* en pomada o como apósito impregnado.
  4. Cubre con un apósito protector transpirable.

Los medicamentos de Linitul* —como y los — combinan el , con acción antiséptica y que también favorece la microcirculación cutánea, y el , con acción emoliente y cicatrizante.

Cuidado prolongado de la cicatriz: protección solar e hidratación

Aunque la herida esté cerrada, la piel sigue cicatrizando durante semanas o incluso meses. Por eso, es fundamental:

  • Usar protector solar SPF 30+ para evitar que la cicatriz se oscurezca.
  • Aplicar hidratación constante para mantener la elasticidad y reducir el riesgo de marcas definitivas.

Con una rutina constante y productos que favorezcan la cicatrización puedes ayudar a que tu piel se recupere mejor y más rápido.

*Linitul es un medicamento de venta libre en farmacias.

Preguntas frecuentes sobre cicatrices mal curadas

¿Pueden desaparecer las cicatrices queloides por sí solas?

No. Los queloides no suelen desaparecer sin tratamiento. Se forman por una producción excesiva de colágeno que continúa incluso después de que la herida ha cicatrizado. En la mayoría de los casos, requieren tratamientos médicos específicos como infiltraciones, láser o productos tópicos que ayuden a reducir su tamaño y aliviar síntomas como el picor o la tensión. Cuanto antes se actúe, mejores pueden ser los resultados.

¿Cuánto tiempo tarda en formarse una cicatriz hipertrófica?

Las cicatrices hipertróficas suelen aparecer en las primeras semanas después de una herida, especialmente si ha habido tensión en la piel o una curación lenta. Sin embargo, pueden seguir engrosándose durante meses antes de estabilizarse. La buena noticia es que, a diferencia de los queloides, muchas de estas cicatrices pueden mejorar con el tiempo y con los cuidados adecuados.

¿Es posible prevenir completamente las malas cicatrizaciones?

Aunque no siempre se pueden evitar por completo—especialmente si existe predisposición genética—sí es posible reducir significativamente el riesgo de una mala cicatrización. Para lograrlo, es fundamental actuar desde el primer momento: cuidar bien la herida, mantenerla limpia, hidratada y protegida, evitar la exposición directa al sol y utilizar medicamentos adecuados como *, que favorecen una cicatrización saludable. Tomar medidas tempranas puede marcar una gran diferencia en el aspecto final de la piel.

¿Cuándo se debe consultar a un dermatólogo por una cicatriz?

Es recomendable acudir a un dermatólogo si notas que una cicatriz no mejora con el tiempo, sigue creciendo, cambia de forma o color, provoca picor, dolor o tirantez persistente, o si te genera incomodidad física o emocional. Un especialista podrá evaluar el tipo de cicatriz, descartar posibles complicaciones y proponerte el tratamiento más adecuado según las características de tu piel. Actuar a tiempo puede evitar que una cicatriz leve se convierta en un problema duradero.

[1] Barone, N., Safran, T., Vorstenbosch, J., Davison, P. G., Cugno, S., & Murphy, A. M. (2021). Current advances in hypertrophic scar and keloid management. Seminars in Plastic Surgery, 35(03), 145–152. https://doi.org/10.1055/s-0041-1731461

[2] DermNet. (2024). Wound healing. Abnormal wound healing. DermNet®. https://dermnetnz.org/cme/wound-healing/abnormal-wound-healing Última consulta: 27 de marzo 2025

[3] Keloid and hypertrophic scars: a narrative review of classifications and treatments   – Wounds Asia. (n.d.). https://woundsasia.com/journal-articles/keloid-and-hypertrophic-scars-a-narrative-review-of-classifications-and-treatments/

[4] Finnerty, C. C., Jeschke, M. G., Branski, L. K., Barret, J. P., Dziewulski, P., & Herndon, D. N. (2016). Hypertrophic scarring: the greatest unmet challenge after burn injury. The Lancet, 388(10052), 1427–1436. https://doi.org/10.1016/s0140-6736(16)31406-4

[5] The Journal Of Clinical And Aesthetic Dermatology. (2025, February 25). Dermatological Conditions in Skin of Color—Managing Keloids. JCAD - the Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology. https://jcadonline.com/dermatological-conditions-in-skin-of-color-managing-keloids/

[6] Patel, L., McGrouther, D., & Chakrabarty, K. (2014). Evaluating evidence for atrophic scarring treatment modalities. JRSM Open, 5(9). https://doi.org/10.1177/2054270414540139

[7] Fabbrocini, G., Annunziata, M. C., D′Arco, V., De Vita, V., Lodi, G., Mauriello, M. C., Pastore, F., & Monfrecola, G. (2010). Acne scars: Pathogenesis, classification and treatment. Dermatology Research and Practice, 2010(1). https://doi.org/10.1155/2010/893080

[8] Hypertrophic scars and keloids - Knowledge @ AMBOSS. (n.d.). https://www.amboss.com/us/knowledge/hypertrophic-scars-and-keloids/

[9] Spampinato, S. F., Caruso, G. I., De Pasquale, R., Sortino, M. A., & Merlo, S. (2020). The Treatment of Impaired Wound Healing in Diabetes: Looking among Old Drugs. Pharmaceuticals, 13(4), 60. https://doi.org/10.3390/ph13040060

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