Heridas y cortes

¿Es normal sentir pinchazos en una cicatriz?

Cuando te haces una herida —ya sea un pequeño corte, una rozadura o una quemadura leve— es normal pensar en la marca que puede quedar. Lo que no siempre imaginamos es que, al cicatrizar, esa zona puede picar, doler o generar una especie de pinchazos.

La buena noticia es que estas sensaciones suelen ser totalmente normales. Son señales de que la piel está trabajando para regenerarse, adaptarse y cerrar bien la herida.

En este artículo te explicamos de forma sencilla por qué aparecen esos pinchazos, en qué casos pueden ser parte natural del proceso de curación, cuándo conviene consultar con un profesional y cómo puedes aliviarlos sin dañar la cicatriz.

¿Por qué sentimos pinchazos durante la cicatrización?

Cuando te haces una herida tu cuerpo activa de inmediato un mecanismo de reparación natural. Sin que te des cuenta, millones de células empiezan a trabajar para cerrar la herida y regenerar la piel. Y en medio de ese proceso, es bastante común notar pinchazos, cosquilleos o latidos en la zona.

Lejos de ser algo preocupante, estas sensaciones suelen ser señales de que tu piel se está curando. De hecho, están muy relacionadas con una parte clave de la cicatrización: la inflamación leve. Esta inflamación forma parte de la respuesta del cuerpo para proteger la herida, limpiar la zona y activar la regeneración del tejido.

Durante este proceso, pueden activarse pequeñas terminaciones nerviosas alrededor de la herida, lo que explica esa sensibilidad o molestias puntuales. De hecho, algunos estudios han observado que cuando la inflamación es adecuada, la curación es más rápida. Pero si se vuelve excesiva, puede hacer que la zona moleste más de lo normal y que la piel tarde un poco más en recuperarse [1].

Lo bueno es que con un buen cuidado diario, como mantener la herida limpia, protegida e o utilizando medicamentos cicatrizantes como los de Linitul*, se puede favorecer una cicatrización óptima[2].

Así que si sientes pequeños pinchazos o algo de picor mientras te curas, no te alarmes: probablemente es solo tu cuerpo haciendo lo que sabe hacer. Eso sí, si las molestias aumentan o duran demasiado, debes consultarlo con un profesional de salud cuanto antes.

Las fases de la cicatrización y lo que se suele sentir en cada una

La cicatrización es un proceso natural del cuerpo que se da en varias etapas. Cada una tiene su propio ritmo y puede venir acompañada de sensaciones diferentes: desde un pinchazo leve hasta algo de tirantez o picazón. Conocer estas fases ayuda a entender qué es normal sentir y qué no.

  • Fase 1 – Hemostasia: Ocurre justo después de la herida. El cuerpo se encarga de frenar el sangrado formando un coágulo. En esta fase inicial puede sentirse un dolor agudo o latido en la zona, ya que se activan terminaciones nerviosas sensibles [3].
  • Fase 2 – Inflamación: Puede durar desde unas horas hasta varios días. Aquí el cuerpo limpia la zona y se prepara para la regeneración. Es normal notar calor, enrojecimiento, hinchazón o algo de dolor. Todo esto se debe a la llegada de células defensivas y a sustancias químicas que generan inflamación[3],[4].
  • Fase 3 – Proliferación: Aparece entre los primeros días y semanas. Se empieza a formar el nuevo tejido. El dolor suele bajar, pero puede sentirse tirantez o picor, sobre todo a medida que la piel nueva va cubriendo la herida [5].
  • Fase 4 – Remodelación: Es la fase más larga y puede durar meses. El tejido cicatricial se organiza y fortalece. Aunque el dolor ya no es común, es posible seguir notando cosquilleo o picazón ocasional, sobre todo si la cicatriz está en zonas donde la piel se estira o roza[7]. Si no se cuida bien, pueden aparecer cicatrices gruesas o hipertróficas, por eso es clave mantener una rutina de cuidado[8].

¿Lo más importante? Observar cómo evoluciona la herida y adaptar los cuidados a cada etapa. Productos como los apósitos impregnados cicatrizantes y pomadas cicatrizantes de Linitul* ayudan a cicatrizar heridas producidas por roces, cortes, abrasiones o quemaduras leves.

¿Qué tiene que ver la inflamación con esos pinchazos?

Cuando te haces una herida, tu cuerpo activa una inflamación natural para empezar a repararla. Aunque la palabra suene a problemas, en realidad es una parte necesaria del proceso de curación. Durante esta fase, que puede durar desde unas horas hasta varios días, llegan células defensoras a la zona para limpiar, proteger y empezar a regenerar. Pero ese movimiento también activa los nervios cercanos, lo que puede provocar pinchazos, ardor o sensación de latido en la herida [9].

Por eso, si la inflamación es moderada, ayuda a que la herida sane. Pero si es demasiado intensa o se alarga, puede hacer que duela más o que la piel tarde más en recuperarse [10].

Además, hay sustancias como la interleucina-6 (IL-6, una proteína del sistema inmunitario que participa en la respuesta inflamatoria) que, aunque ayudan a la curación, también aumentan la sensibilidad de la zona si se liberan en exceso [11].

En heridas más complicadas o que no se curan bien, puede aparecer un dolor persistente, conocido como “dolor de fondo”, que está directamente relacionado con un estado inflamatorio que no termina de resolverse [12]. En estos casos, es importante acudir al médico cuanto antes.

¿La buena noticia? Si mantienes la herida limpia, hidratada y bien protegida, puedes reducir esa inflamación y evitar que las molestias se alarguen.

Regeneración nerviosa: cuando los nervios vuelven a despertar

Como ya hemos visto, aunque solemos asociar los pinchazos en una cicatriz con algo negativo, en realidad pueden ser una señal de que los nervios se están regenerando. Cuando te haces una herida, no solo se daña la piel: también pueden afectarse las pequeñas terminaciones nerviosas de la zona, incluso en heridas leves.

Durante la curación, estos nervios intentan volver a conectarse y activarse, lo que a veces se traduce en sensaciones de cosquilleo, pinchazos, ardor o descargas suaves. Este proceso se llama regeneración nerviosa, y es completamente natural.

Sin embargo, esa “reconexión” no siempre es perfecta. A veces los nervios se regeneran de forma algo desordenada o quedan atrapados en el tejido cicatricial, lo que hace que envíen señales confusas al cerebro. Esto explica por qué puedes sentir pinchazos aunque la piel ya parezca curada[13].

Si sientes pinchazos o cosquilleo en una cicatriz, puede que tu cuerpo esté trabajando para recuperar las conexiones nerviosas. Estas sensaciones suelen desaparecer poco a poco. Pero si se vuelven intensas o no mejoran, debes comentarlo con un profesional para ver si es necesario un tratamiento específico.

Tensión del tejido cicatricial: tirantez que se nota como pinchazo

Cuando una herida se cura, la piel no vuelve a ser exactamente como antes. El tejido nuevo es más rígido y menos elástico, así que no es raro sentir tirantez o pequeños pinchazos, sobre todo si estiras mucho la zona. Esto pasa porque, al cicatrizar, la piel se reconstruye como puede: crea una estructura más densa, más firme… pero también un poco más tensa. Si la cicatriz está en zonas que se doblan o estiran mucho, como los codos, rodillas o cuello, las molestias suelen notarse más.

Por eso, si la piel tira mucho en esa zona, es normal que notes más molestias [13].

¿Hasta cuándo es normal sentir pinchazos y cuándo ir al médico?

Durante las primeras semanas, es habitual notar algo de molestia, tirantez o pequeños calambres en la zona donde la piel se está regenerando [13]. Pero, ¿hasta cuándo es normal?

La mayoría de estas sensaciones suelen desaparecer en los primeros 2 o 3 meses. Si los pinchazos continúan después de ese tiempo o van en aumento, se aconseja acudir a un profesional de la salud. Sobre todo si vienen acompañados de otros síntomas como:

  • Enrojecimiento o hinchazón persistente.
  • Calor en la zona o secreción.
  • Dolor que interfiere con tu rutina o el sueño.
  • Fiebre sin causa clara.

Además, algunas personas pueden sentir estos pinchazos por una regeneración nerviosa intensa, que aunque forma parte del proceso de sanación, puede generar una sensibilidad exagerada en la zona [14], [15]. Y en casos más raros, este tipo de dolor puede convertirse en algo crónico que requiere tratamiento médico [16].

Cómo aliviar los pinchazos en una cicatriz: cuidados y tratamientos

Sentir pequeños pinchazos o tirantez en una cicatriz puede resultar molesto, pero la buena noticia es que existen formas sencillas de aliviarlo en casa. Aquí te contamos qué puedes hacer para sentirte mejor mientras tu piel se recupera:

  1. Hidratación con aceites naturales: Aceites como el de rosa mosqueta o el de coco son conocidos por su capacidad para suavizar la piel y reducir la sensación de tirantez. Además, ayudan a mantener la zona hidratada y a calmar la inflamación[1].
  2. Masajes suaves: Un masaje muy ligero alrededor de la cicatriz puede mejorar la circulación y aliviar la tensión. Eso sí, evita presionar o hacerlo sobre heridas abiertas[1].
  3. Compresas frías: Aplicar frío con una compresa o paño limpio puede calmar la inflamación leve y disminuir las molestias puntuales[2].
  4. Gel de silicona: Los geles o apósitos de silicona son ideales para reducir la tirantez y ayudar a que la piel cicatrice sin formar cicatrices abultadas. Además, crean una barrera que mantiene la hidratación y alivia los pinchazos[3].
  5. Cuida el entorno de la cicatriz todos los días: Más allá de los productos específicos, lo que realmente marca la diferencia es la constancia en el cuidado diario. Mantén la piel limpia, hidratada y protegida del sol. Evita rascarte si sientes picor, y opta por prendas suaves que no rocen la zona. Un entorno bien cuidado favorece la regeneración y reduce esas molestias como los pinchazos o la tirantez.

Y lo mejor es que, si lo haces bien desde el principio, también estarás previniendo complicaciones más adelante, como cicatrices gruesas, dolor prolongado o infecciones.

Cómo prevenir complicaciones en una cicatriz

Cuando te haces una herida, lo mejor que puedes hacer es empezar a cuidarla bien desde el primer momento. Eso marca una gran diferencia: una buena curación desde el principio ayuda a evitar dolor prolongado, molestias innecesarias y cicatrices visibles o molestas.

Lo que sí funciona al cuidar una herida

Aquí tienes una guía rápida para evitar complicaciones y favorecer una buena cicatrización:

  • Lava suavemente la herida usando agua y un jabón neutro. Esto ayudará a eliminar restos de suciedad y a prevenir infecciones sin dañar el tejido que empieza a regenerarse.
  • Seca la piel con cuidado, utilizando una gasa estéril o un paño limpio. Hazlo con pequeños toques, sin frotar, para no irritar la zona.
  • Aplica un tratamiento cicatrizante, como la pomada o los apósitos impregnados de Linitul*, que favorecen la cicatrización de las heridas leves.
  • Cubre la herida con un vendaje que mantenga el tratamiento en su sitio y resguarde la zona frente a roces o agentes externos.
  • Repite el proceso cada 12 a 24 horas para asegurar una buena higiene y favorecer una cicatrización óptima.

Los medicamentos cicatrizantes como la pomada o los apósitos impregnados de Linitul*, que combinan el bálsamo de Perú —con acción antiséptica y que favorece la microcirculación cutánea— y el aceite de ricino, con acción emoliente y cicatrizante. Gracias a esta fórmula, los apósitos se pueden retirar suavemente sin dañar la piel ni interrumpir el proceso de cicatrización.

Preguntas frecuentes sobre pinchazos en cicatrices

¿Cuánto tiempo es normal sentir pinchazos en una cicatriz?

Es totalmente habitual que una cicatriz cause pinchazos o sensación de tirantez durante las primeras semanas, sobre todo si está en una zona que se mueve mucho. Lo normal es que estas molestias desaparezcan poco a poco en un plazo de 2 a 3 meses. Si los pinchazos persisten más allá de ese tiempo o aumentan en intensidad, ponte en contacto con un profesional de salud.

¿Los pinchazos indican que la cicatriz está sanando correctamente?

En muchos casos, sí. Los pinchazos pueden ser una señal de que el tejido se está regenerando y, en algunos casos, de que los nervios están volviendo a reconectarse. Aun así, no sentir nada también puede ser completamente normal: cada piel cicatriza a su ritmo. Lo importante es que la evolución general de la cicatriz sea positiva.

¿Puedo aplicar algo para aliviar los pinchazos en mi cicatriz?

Sí, hay varios cuidados que pueden ayudar. La hidratación diaria con aceites suaves o cremas específicas mejora la elasticidad del tejido. También puedes aplicar compresas frías o realizar masajes muy suaves alrededor de la cicatriz. Además, la pomada o los apósitos de Linitul*, que combinan bálsamo de Perú con acción antiséptica y que favorece la microcirculación sanguínea cutánea y el aceite de ricino con acción cicatrizante y emoliente

¿Cuándo debería preocuparme por estos pinchazos?

Si los pinchazos empeoran con el tiempo, interrumpen tu descanso o van acompañados de síntomas como enrojecimiento intenso, calor, secreción o fiebre, es importante consultarlo. También conviene hacerlo si una cicatriz que ya estaba tranquila empieza de repente a doler sin motivo aparente. Escuchar tu cuerpo y actuar a tiempo puede evitar complicaciones.

*Linitul es un medicamento de venta libre en farmacias.

Referencias

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[2] Cuellar, J., Martínez, D., & López, Y. (2018). Manejo del dolor por medio de tratamientos no farmacológicos en unidad de cuidados intensivos. Revista Colombiana De Rehabilitación, 17(2), 127-135. https://doi.org/10.30788/revcolreh.v17.n2.2018.260

[3] Sandhofer, M. and Schauer, P. (2019). Seguridad, eficacia y tolerabilidad de un novedoso apósito de gel de silicona para uso posoperatorio en cirugía dermatológica. Revista Argentina De De Cirugía Plástica Estética Y Reparadora, 25(02), 0093-0099. https://doi.org/10.32825/racp/201902/0093-0099

[4] Wagner, E. G. and Sala, J. M. (2019). Uso del gluconato de clorhexidina en la curación de heridas y su potencial formación de tejido de granulación. Revista De La Asociación Argentina De Ortopedia Y Traumatología, 85(2). https://doi.org/10.15417/issn.1852-7434.2020.85.2.985

[5] Mendoza, N., Chávez, G., & Araya, O. (2022). Membrana de cáscara de huevo para la curación de heridas superficiales en ratones. Biomédica, 42(2), 234-243. https://doi.org/10.7705/biomedica.6192

[6] Astudillo, M. D. S. S., Jácome, J. d. P. P., Monar, M. A. E. S., Caballeros, M., Tonato, L. J. E. C., Jacho, M. P. Á., … & Changotasig, L. D. T. (2024). Cicatrización de heridas y el uso de la panela como agente coadyuvante wound healing and the use of panela as an adjuvant age. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 8(5), 9448-9460. https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.14328

[7] García-Ruano, A. A., Garcia-Fernandez, S., Mahedero-Navarrete, S., Lasso-Vázquez, J., & Pérez-Cano, R. (2013). Innovador tratamiento de heridas abdominales complejas mediante terapia de presión negativa con instilación intermitente. Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana, 39(3), 209-217. https://doi.org/10.4321/s0376-78922013000300001

[8] Rojas, J. X. H., Pinzón, G. R. R., Narváez, M. C. C., & Loyola, C. S. C. (2022). Cicatrización de heridas. Suturando Conocimientos en El Arte De La Cirugía. https://doi.org/10.55204/pmea.13.c67

[9] Lelyana, S., Widyarman, A., & Amtha, R. (2021). Indonesian andaliman fruit (zanthoxylum acanthopodium dc.) extract suppresses the expression of inflammatory mediators on fibroblasts cells in vitro. Pharmaceutical Sciences Asia, 48(5), 491-497. https://doi.org/10.29090/psa.2021.05.20.064

[10] Reinkraut, J., Khokhar, A., Abdou, S., Wali, S., & Bell, D. (2024). Omega fatty acid-based therapy for healing of recalcitrant wounds in patients with complex comorbidities. Advances in Skin & Wound Care, 37(10), 550-554. https://doi.org/10.1097/asw.0000000000000207

[11] Mohammed, B., Fisher, B., Kraskauskas, D., Ward, S., Wayne, J., Brophy, D., … & Natarajan, R. (2015). Vitamin c promotes wound healing through novel pleiotropic mechanisms. International Wound Journal, 13(4), 572-584. https://doi.org/10.1111/iwj.12484

[12] Leren, L., Eide, H., Johansen, E., Jelnes, R., & Ljoså, T. (2021). Background pain in persons with chronic leg ulcers: an exploratory study of symptom characteristics and management. International Wound Journal, 19(6), 1357-1369. https://doi.org/10.1111/iwj.13730

[13] Lascano, E. and Moreno, M. (2023). Intervención fisioterapéutica en cicatrices: revisión sistemática. Revista Científica Arbitrada Multidisciplinaria Pentaciencias, 5(7), 372-387. https://doi.org/10.59169/pentaciencias.v5i7.929

[14] ILLANES, G. and Torres, G. (2022). Tratamiento de cicatrices dolorosas con parche de lidocaína al 5%: reporte de casos clínicos. Revista De La Sociedad Española Del Dolor. https://doi.org/10.20986/resed.2022.3997/2022

[15] Ramírez, L., Arciniegas, S., Rosado, E., Jiménez, I., & Casas, S. (2017). Célula de büngner. Universitas Médica, 58(1). https://doi.org/10.11144/javeriana.umed58-1.cbun

[16] Rosales, R., Méndez-Hernández, L., Cuadros, M., Gil-Santos, L., & Dorta-Fernández, A. (2015). Tratamiento quirúrgico de los síndromes dolorosos regionales complejos tipo ii y utilidad de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria. Revista Iberoamericana De Cirugía De La Mano, 43(01), 057-069. https://doi.org/10.1016/j.ricma.2015.06.011


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