Quemaduras

Cómo reconocer y tratar una ampolla por quemadura

Las quemaduras son uno de los accidentes más frecuentes tanto en el hogar como en entornos laborales. Desde un pequeño descuido al cocinar hasta un contacto accidental con superficies calientes, el riesgo está siempre presente. 

Esta guía te enseñará a identificar, tratar y prevenir las ampollas por quemaduras leves de manera efectiva, recuerda que si es una lesión mayor debes ponerte en contacto siempre con un profesional sanitario.

Abajo encontrarás también una breve pauta que te ayudará a prevenir este tipo de accidentes

¿Qué es una ampolla por quemadura?

Cuando la piel entra en contacto con una fuente de calor intensa, el cuerpo responde de inmediato con un mecanismo de defensa natural: forma una burbuja llena de líquido entre las capas de la piel. Esta burbuja no es un simple efecto colateral, sino una barrera protectora estratégica.

El líquido dentro de la ampolla actúa como un colchón amortiguador, reduciendo la fricción, disminuyendo el riesgo de infección y creando un microambiente ideal para la cicatrización.

En resumen: una ampolla por quemadura es una burbuja protectora que el cuerpo forma para proteger, sanar y restaurar la piel dañada

¿Sabías que una quemadura puede formarse en cuestión de segundos si la piel entra en contacto con una superficie a más de 50 °C?  Este tipo de lesiones no sólo son dolorosas, sino que, si no se tratan correctamente, pueden dejar marcas visibles y, en casos graves, afectar la movilidad de la zona afectada, es por eso que ante cualquier signo de gravedad es de vital importancia ponerse en contacto con un profesional sanitario

Tipos de quemaduras que pueden provocar ampollas

Como hemos explicado, las quemaduras son lesiones cutáneas que varían en gravedad según la profundidad y el alcance del daño. Desde un leve enrojecimiento hasta heridas más profundas y dolorosas, cada tipo de quemadura presenta características únicas.

Sin embargo, no todas las quemaduras provocan ampollas; de hecho, las ampollas son una señal clara de que la lesión ha alcanzado la dermis, la segunda capa de la piel. Aquí es donde entran en juego las quemaduras de segundo grado, las principales responsables de esta respuesta natural del cuerpo para proteger el área afectada.

Entender los tipos de quemaduras no solo facilita su identificación, sino que también ayuda a actuar con rapidez y aplicar el tratamiento adecuado. Estas son las principales quemaduras responsables de la aparición de ampollas:

  • Segundo grado superficial: Afecta la epidermis y una parte de la dermis. Se caracteriza por enrojecimiento, dolor intenso y ampollas pequeñas y llenas de líquido transparente.
  • Segundo grado profundo: Penetra más en la dermis, creando ampollas más grandes, piel pálida o moteada y menos sensibilidad al tacto.

Las quemaduras de primer grado (como las solares leves) no forman ampollas, mientras que las de tercer grado destruyen las capas de la piel por completo y, paradójicamente, no siempre duelen porque dañan las terminaciones nerviosas. En cualquier caso, acude al médico para asegurar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones. 

Cómo reconocer una ampolla por quemadura

Una ampolla puede parecer una lesión simple, pero sus características —el color del líquido, el tamaño, el dolor y el área afectada— pueden dar pistas importantes sobre la gravedad de la quemadura. Además, distinguir entre una ampolla limpia y una infectada puede ser la diferencia entre una recuperación rápida y un problema más serio.

Al observar una ampolla, presta atención a estos signos clave para reconocer adecuadamente una ampolla:

  • Vesículas llenas de líquido transparente o amarillento.
  • Dolor intenso o sensación de ardor en la zona.
  • Piel enrojecida alrededor de la ampolla.
  • Sensibilidad al tacto.

Y recuerda: si la ampolla es extensa, presenta signos de infección o afecta áreas sensibles como el rostro, manos o pies, acude inmediatamente al médico.

Primeros auxilios para evitar la aparición de una ampolla por quemadura

Actuar con rapidez después de una quemadura no solo reduce el dolor, sino que también previene complicaciones serias, como infecciones o cicatrices. Cada minuto cuenta: una respuesta rápida y adecuada puede marcar la diferencia en la recuperación.

Estos son los pasos esenciales para tratar una ampolla por quemadura:

  1. Retira con cuidado accesorios y ropa cerca de la zona afectada:

Si hay anillos, pulseras o prendas ajustadas cerca de la quemadura, quítalos rápidamente pero con delicadeza, antes de que la zona se inflame. Evita tocar o manipular directamente la herida.

  1. Enfría la quemadura de inmediato:

Coloca la zona bajo agua corriente fresca (no helada) durante al menos 15 minutos. Esto reducirá la temperatura de la piel, calmará el dolor y ayudará a evitar que el daño se extienda. No uses hielo ni agua demasiado fría, ya que pueden agravar la lesión.

  1. Seca con suavidad:

Usa un paño limpio y estéril para secar la zona con suaves toques, evitando frotar. La piel quemada es extremadamente sensible y cualquier roce puede empeorar el daño.

  1. Aplica un tratamiento adecuado:

Coloca una pomada con medicamento específico para quemaduras, como Linitul* (también disponible en formato apósito impregnado). En los dos casos, sus ingredientes principales —bálsamo del Perú, con acción antiséptica  y con propiedades que favorecen la microcirculación sanguínea cutánea, y Aceite de ricino, con acción cicatrizante y emoliente— son ideales para proteger y acelerar la recuperación de la piel dañada.

  1. Cubre la herida correctamente:

Una vez aplicado el apósito impregnado de medicamento o la pomada cicatrizante, cubre la quemadura con un vendaje protector. Esto no solo evitará infecciones, sino que también protegerá la zona de roces accidentales y mantendrá el tratamiento en su lugar.

  1. Realiza cambios regulares de la pomada con medicamento (o del apósito impregnado):

Cambia el vendaje cada 12 a 24 horas o según las indicaciones de un profesional. Observa la evolución de la herida diariamente y presta atención a signos de infección, como enrojecimiento excesivo, pus o aumento del dolor en cuyo caso debes solicitar asistencia médica con urgencia.

  1. Vigila la evolución de la herida:

Durante los días siguientes, controla la zona afectada. Si notas que el dolor aumenta, hay cambios de color, hinchazón persistente o mal olor, busca atención médica de inmediato. Estos son signos claros de una posible infección que requiere tratamiento profesional.

Cuidados para una ampolla por quemadura

Una vez superado el momento inicial de la quemadura, comienza la fase más importante: el cuidado diario de la ampolla. Las ampollas son frágiles y requieren una combinación de limpieza adecuada, protección constante y productos específicos que respeten la delicada piel en proceso de regeneración.

Te explicamos cómo cuidar correctamente una ampolla por quemadura:

  • No retires la piel suelta: Aunque puede ser tentador, no arranques la piel levantada de la ampolla. Esta piel actúa como una barrera natural contra las infecciones y ayuda a proteger la zona mientras cicatriza.
  • Mantén la piel hidratada y protegida: Aplica una pomada cicatrizante con acción emoliente o los apósitos impregnados de medicamento, como los de Linitul* que facilitan la retirada suave y cuidadosa del vendaje, evitando que se adhieran a la nueva piel en proceso de cicatrización. 
  • Vigila signos de infección: Presta atención a síntomas como enrojecimiento excesivo, aumento del dolor, o pus. Ante cualquiera de estos signos, consulta a un profesional de inmediato.

Prevención de ampollas por quemaduras

Las quemaduras son accidentes comunes que, en muchos casos, podrían haberse evitado con pequeñas acciones preventivas. Desde un descuido al cocinar hasta una exposición prolongada al sol, los riesgos están presentes en situaciones cotidianas.

La buena noticia es que prevenir una quemadura está en tus manos: con hábitos simples y medidas de seguridad básicas, puedes proteger tu piel y evitar lesiones dolorosas y complicadas de tratar.

En esta sección, te compartimos consejos prácticos y efectivos para reducir el riesgo de quemaduras en el hogar, el trabajo o al aire libre. 

  • Usa guantes térmicos: Al manipular utensilios calientes, hornos o parrillas, protege tus manos con guantes especiales resistentes al calor.
  • Aleja líquidos calientes del borde de las mesas: Evita que recipientes con agua hirviendo o bebidas calientes que puedan derramarse accidentalmente.
  • Controla la temperatura del agua: Antes de ducharte o sumergirte en una bañera, asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente para evitar quemaduras.
  • Vigila la cocina: Nunca dejes sartenes, ollas o electrodomésticos calientes sin supervisión.
  • Mantén productos inflamables fuera de fuentes de calor: Evita almacenar aerosoles, aceites o líquidos inflamables cerca de estufas, velas o aparatos que generen calor.
  • Evita usar ropa suelta cerca del fuego: Las prendas holgadas pueden prenderse fuego fácilmente al cocinar o acercarse a una llama abierta.
  • Ten un botiquín de primeros auxilios para actuar rápidamente en caso de quemaduras menores. Aquí te contamos qué debería de contener un botiquín de primeros auxilios.

En cualquier caso, acude al médico para asegurar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.

Dudas comunes sobre las ampollas por quemaduras

¿Es recomendable reventar una ampolla por quemadura?

No. Reventar una ampolla aumenta el riesgo de infección. Déjala intacta para que cumpla su función protectora natural.

¿Cómo debo cuidar una ampolla por quemadura en casa?

Limpia suavemente la ampolla con agua tibia y jabón neutro. Luego, puedes aplicar un medicamento  cicatrizante como la pomada cicatrizante de Linitul*, que también está disponible en formato apósito impregnado. Evita frotar o presionar la zona para no romper la ampolla ni retrasar su recuperación.

¿Cuánto tiempo tarda en sanar una ampolla por quemadura?

Las quemaduras de segundo grado suelen sanar en 1-2 semanas, aunque las más profundas pueden tardar más. Una recuperación adecuada depende del cuidado diario y del tratamiento aplicado.

¿Qué no debo hacer si tengo una ampolla por quemadura?

No revientes la ampolla, ya que aumenta el riesgo de infección. Evita retirar la piel suelta, aplicar hielo directamente, usar remedios caseros como pasta de dientes o mantequilla, y tocar la ampolla con las manos sucias. Mantén la zona limpia y protegida con un apósito adecuado. 

*Linitul es un medicamento de venta libre en farmacias.

[1] Repositori2.upf.edu. (2025). Glosario - UPF | Embriología y Anatomía Descriptiva. "Ampolla: Dilatación localizada de un conducto o canal anatómico. Ejemplo: Ampolla tubárica"4.

[2] Moliné Marco, J. L., & Solé Gómez, M. D. (2024). NTP 524: Primeros auxilios: quemaduras. Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

[3] Castellanos González, J. A., & Solé Gómez, M. D. (2022). Quemaduras y sus clasificaciones. Manual MSD para profesionales. En J. L. Moliné Marco (Ed.), Protocolos de atención en quemaduras (pp. 44-52). MSD Manuals.

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