Heridas y cortes

El uso de apósitos para cortes y heridas: una solución sencilla para una rápida recuperación

Aunque la mayoría de los cortes y heridas que nos hacemos son leves y se curan sin complicaciones, nunca está de más saber tratarlos de manera adecuada para asegurar una buena cicatrización y evitar posibles infecciones. El uso de apósitos para heridas es una de las formas más sencillas y eficaces de proteger la piel durante el proceso de curación.

En este artículo, descubrirás que hay diferentes tipos de apósitos para heridas y cortes y algunos consejos prácticos para usarlos correctamente.

¿Por qué usar apósitos para cortes y heridas?

Cuando te haces una herida, el cuerpo comienza inmediatamente el proceso de cicatrización. Sin embargo, la exposición a agentes externos, como la suciedad, el polvo o las bacterias, puede causar infecciones o retrasar la curación.

Si bien es necesario lavar muy bien la herida, también hay que protegerla.

Utilizar un apósito para curar las heridas reduce el riesgo de complicaciones. Si no protegemos bien la zona, la herida podría secarse demasiado, aparecer costras o, en el peor de los casos, infectarse. Aunque existen diferentes tipos de apósitos, nuestra recomendación es que elijas uno impregnado, formulado con ingredientes que ayudan a la cicatrización.   

¿Cómo curar un corte o una herida?

Cuidar una herida de manera adecuada no es complicado, pero es importante seguir algunos pasos básicos para garantizar que cicatrice correctamente:

  1. Limpia la herida: con agua y jabón neutro. Esto eliminará cualquier resto de suciedad o bacterias que podrían causar una infección.
  2. Seca la zona afectada: utiliza una gasa o un paño limpio para secar la piel alrededor de la herida, sin frotar para no irritarla.
  3. Aplica la pomada o apósito impregnado para promover la cicatrización de heridas. Asegúrate de que cubra completamente la lesión y que lo cambias con la frecuencia correcta.
  4. Coloca un vendaje: que proteja la zona afectada, para que el tratamiento haga efecto.      

Si después de unos días la herida no mejora o si empeora, consulta a un profesional de la salud para una evaluación más detallada.

Tipos de apósitos para cortes y heridas

Los apósitos son productos que se utilizan para el cuidado de heridas y lesiones en la piel. Su composición y propiedades varían según el objetivo del tratamiento.

Existen en el mercado apósitos de diferentes materiales como el tul, la grasa o el algodón. Por otro lado, hay apósitos que son secos y otros que van impregnados.

Dicha impregnación, a su vez, puede distinguirse entre los que llevan productos sanitarios (neutros, que mantienen la hidratación natural de la piel) o los que además están formulados con ingredientes que ayudan a la cicatrización (y se consideran medicamentos).

En concreto, los únicos apósitos de tul impregnados, y con principios activos que favorecen la cura, son los de Linitul*: que está especialmente formulado para el tratamiento de quemaduras leves, abrasiones, cortes o roces. Se trata de apósitos a base de bálsamo de Perú y aceite de ricino, que favorecen la cicatrización.

¿Cuándo deberías usar un apósito impregnado para curar las heridas?

Los apósitos impregnados son una excelente opción para cortes, quemaduras o heridas que necesitan más cuidados. Estos apósitos tienen la ventaja de no adherirse directamente a la herida, lo que facilita su retirada sin causar dolor ni dañar la piel.

Algunos de estos apósitos impregnados son neutros, no contienen principios activos. Otros, como Linitul*, en formato apósito impregnado, contiene ingredientes como el bálsamo de Perú (que favorece la microcirculación sanguínea cutánea y tiene acción antiséptica) y aceite de ricino (con acción cicatrizante e hidratante).

Por ello, son un gran aliado para tu botiquín: no esperes a tener la herida, porque te va a venir bien en cualquier momento para el cuidado de las heridas provocadas por roces, cortes, abrasiones o quemaduras leves.

¿Cómo usar los apósitos de  Linitul*?

Los apósitos impregnados de Linitul* son muy fáciles de usar. Siguiendo estos pasos para proteger la herida y promover una cicatrización eficaz de lesiones menores, quemaduras leves y otros tipos de heridas:

  1. Limpia la herida: antes de aplicar el apósito, asegúrate de que la zona está bien limpia. Lava con agua y jabón suave o usa suero fisiológico.
  2. Abre el sobre con cuidado: tira de las pestañas laterales del sobre monodosis hasta el final para sacar el apósito.
  3. Aplica el apósito sobre la herida: coloca el apósito impregnado directamente sobre la herida limpia y seca. Gracias a su formulación, no se adhiere a la piel, lo que facilita su retirada sin molestias.
  4. Cubre con un vendaje protector.
  5. Renueva según sea necesario: cambia el apósito cada 12 o 24 horas, o con la frecuencia que sea necesaria según el estado de la herida.

Los apósitos de Linitul*, son de tul impregnado, lo que los hace  . Esto evita que se adhieran a la herida y permite una retirada suave, sin causar dolor ni dañar la piel en proceso de cicatrización.

Como has podido comprobar, existen muchos tipos de apósitos en el mercado, por lo que es importante elegir el adecuado según el tipo de herida que tengas.

Recuerda siempre limpiar bien la herida, aplicar el apósito correctamente y cambiarlo según las indicaciones para garantizar una curación rápida y sin complicaciones. Si la herida no mejora con el tiempo o empeora, no dudes en consultar con un profesional.

*Linitul es un medicamento sin receta de venta en farmacias.

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